
Es de la misma manera
el querer mirar del ayer y el hoy,
es de la misma forma
que el de sentir mañana.
El deseo de transportar la voz
e intentar que el eco bañe,
que inunde el terciopelo del ser
destruyendo las oscuras sombras.
La tentación debe de estar
en la joven alma,
de comenzar y comenzar
de seguir tras seguir.
Y ahora que ya llegó
por fin la primavera,
ahora hay que decir
las cosas como uno quisiera.
Porque al haber llegado
sintiendo, en el ayer del hoy.
Haber mirado lo mismo,
en la forma del mañana.
Un transporte de intención
que bañó sin duda el eco.
Que el terciopelo regó
y repartió raudo la luz.
Porque ya te dije
que la primavera llegó...
He de decir las cosas,
las cosa como quisiera.