SOBRE MI (About Me)

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Sevilla, Spain
Mi deseo es hacerte feliz, ser feliz y llegar a conocerme. I would like to make you happy, to be happy myself and to get to know my inner self

sábado, 30 de mayo de 2009

PREMIO: "PALABRAS COMO ROSAS"



Este entrañable premio "PALABRAS COMO ROSAS" me ha sido otorgado por Alma Mateos Taborda, desde su blog... MAS ALLA DE LAS COLINAS, gracias amiga, es un lujo viniendo de ti.Los requisitos del Premio son:

1)Crear un vínculo en tu blog con la persona que te da los premios.

2)Elegir cuando quieras a 7 personas merecedoras de ellos.

3)Anunciárselo, como estoy haciendo ahora contigo.


En esta ocasión el premio esta destinado a:


  1. Tecla-lasombradelpajaro.

  2. Solo amigos y tú también.

  3. Cartas urgentes

  4. Las palabras de viento.
  5. Reflexiones y pensamientos en noches de luna.

  6. Sensaciones.

  7. Adolfo Payés-Poemas.





domingo, 24 de mayo de 2009

REUNION DE "INTELECTUALES"



Antes de comenzar quiero puntualizar un par de cuestiones, pues no me gustan los mal entendidos ni me gusta herir el sentimiento de ninguna persona. Adoro cualquier forma de expresar lo que se siente o no se siente. Respeto y admiro el trabajo, la opinión o las creencias de cualquier persona y por supuesto, siento respeto y adoración por todos los poetas, escritores librepensadores o cualquier persona relacionada con la expresión literaria, incluyendo en estas, solo a aquellos o aquellas que con su trabajo han aportado algo a la humanidad y por supuesto excluyendo a los que hayan intentado cualquier forma de imposición o agravio para cualquier forma de vida. Dicho lo anterior, paso a contaros el relato.
Calculo que sería un caluroso día de Junio del año 1990. Por aquellos años formaba parte de una muy conocida banda de rock sevillana, esto me permitía conocer a muchas personas, aunque me exigía viajar mucho y con mucha frecuencia, pues los conciertos de dicha banda se desarrollaban, podríamos decir, cada fin de semana y estos se llevaban a cabo en los diversos puntos de la geografía española e incluso en América. Recuerdo que con ocasión de unas, para mí mal llamadas, jornadas culturales, fui invitado a uno de sus actos, la cual se llevaría acabo con la participación de un “selecto” grupo de “intelectuales” de conocido prestigio. Tengo que decir, que la primera intención fue la de declinar la invitación, pero el respeto a las personas que lo organizaban, me llevo a comerme mis principios y acudir a dicho acto, prometiéndome a mí mismo el sacar el mayor rendimiento de tal encuentro. Es inaudito como algunas veces nos mentimos a nosotros mismos, para llevar a cabo ciertas tareas que por nada en la vida desarrollaríamos.
El contar el desarrollo del acto en sí aquí y ahora, sería tan aburrido e ineficaz como lo fue para mí aquel largo día, solo comentar que ya en “petit comité” en un frecuentado local de copas, tuvo lugar el acontecimiento más extraño por el que he pasado en mi vida. Entre uno de los múltiples temas que allí se tocaron, salió a relucir los libros que cada uno de los presentes estaban leyendo: “Yo estoy en estos momentos con algo de Grabiel Celaya” dijo un barbudo con simpatía, “pues yo no puedo dejar de leer a Sartre” destacó un larguirucho con cara enfermiza, “Yo prefiero en ese caso a Claude Simon” impuso una bella chica con bastante seguridad en su exposición. Como podréis intuir, a esa altura de este dialogo, presentía que en cualquier momento tendría que desnudarme en público y contar mis intimidades, las cuales creo son, no para enardecerse o exhibirlas, si para compartirlas en actos de amor o intimidad, pues para mí lo que recibo en mis lecturas mueven mis sentimientos más puros. Andaba en estas cavilaciones, cuando de repente el amable barbudo me pregunta: “¿Y tú Selu, que estás leyendo en estos momentos?”. Creí que la tierra se iba a abrir bajos mis pies, que el mundo se terminaba, que todo se había acabado para mí. Hice un esfuerzo por templar mis nervios y tras pensar por unos segundos les dije:”Pues yo mayormente, Valencia 697 Km., Madrid 540 Km., Burgos 775 Km...
Aquello produjo inmensa y maravillosa consecuencia, pues para mi fortuna nunca más fui invitado a un acto similar.

sábado, 23 de mayo de 2009

PORQUE QUIERO



Me levanto cada día, porque quiero.
Madrugo y trabajo duro, porque quiero.
Visto ropas finas, porque quiero.
Disfruto del desayuno... ¡Porque quiero!.


Porque quiero, miro a izquierda y derecha al cruzar la calle.
Porque quiero ando caminos, subo y bajo escaleras, gasto dinero.
Porque quiero no engaño, pienso despacio, hablo certero.
Porque quiero, solo porque quiero... no muero.


Y canto bellas canciones porque quiero, no lo dudes.
Y escribo poesías embrujadas porque quiero, es mi fuero.
Publico mis sentimientos porque quiero ¡Desde luego!.
Hago esto y mucho más porque quiero... porque amo...
Pues eso digo ¡Porque Te Quiero!

lunes, 18 de mayo de 2009

¡AY 19 DE MAYO!



De nuevo 19 de Mayo, aun sin querer me he tenido que acostumbrar a que esta fecha sea diferente a otras. Hace ya dos años y todavía en algunas ocasiones cuando telefoneo a casa, creo que voy a escuchar tú voz diciéndome: “Hola chico ¿como estás?”, pero no, eso no es posible, ya no estás. ¡Ay 19 de Mayo!.
Papá o Antonio, como de manera cariñosa solíamos llamarte, ¿sabes?, aunque echo mucho de menos el escuchar tu voz, el hablar contigo, hoy por hoy creo que ahora nos comunicamos mejor que nunca, que existe algo así como un dialogo interior entre nosotros, que me lleva a entender mejor tus amorosos consejos, tu precaución hacia lo venidero, tus esperanzas de futuro... Ahora estás aun más dentro de mí, en lo más hondo.
En el desarrollo de mi vida diaria, me gusta compararme contigo, para intentar crecer como persona y aunque me veo lejos de llegar a tu altura, lucho día a día para ser más justo y coherente conmigo, para de esta manera llegar a serlo mucho más con los demás.
Cuando a través de de mi memoria, en mi más lejana infancia te analizo como hijo, recuerdo a un Antoñíto, como tu madre te llamaba de forma cariñosa, al que todo le parecía poco para ella, que se desvivía por darle amor y confort. Eras amable, cariñoso, bondadoso... y cuando hablabas de tu padre, que aunque había muerto treinta años antes, se te sentía vibrar. Para mí, sin duda alguna, eras un buen hijo. Primera faceta en la que me gusta imitarte.
Como compañero de mamá, pues era así como tú denominabas vuestra relación, eras equilibrado y leal, lo que nos hacíais llegar era bonito y simple. No pretendías ser el amo de la casa, el hombre de la casa, el “aquí se hace lo que yo diga”. En aquellos años, cuando escuchaba hablar a mis compañeros de colegio, la historia de sus casas no coincidían con la de la mía propia, tú compartías opinión y cargo con mamá, en una palabra, tú no la anulabas como persona, cosa atípica en aquellos años. Hoy día me pregunto que de donde habrías aprendido el talante democrático, pues lo que en España sucedía en aquellos años, dictaba mucho de serlo. Segunda faceta para seguirte.
Inevitablemente, el siguiente escalón sería verte como padre. No son pocos los recuerdos que guardo de ti, los mil y un momentos atesorados en el fondo de mi ser. Lo resumiría todo diciendo que por encima de tus creencias, me apoyaste y ayudaste a tener las mías propias aunque ambas fueran antagonistas. Para ti, fue siempre más importante el fomentar la LIBERTAD individual y nuestros principios. ¡Gracias padre!. Otra faceta para intentarlo.
Como abuelo, dejaremos que sean mis sobrinos y sobrinas o mi hijo los que opinen, yo aun me veo muy lejos de llegar a serlo, todavía soy muy joven.
Llega ahora el momento de hablar de “la persona”, talvez donde todo se resume, quizás la faceta que más me interesa de ti. Como persona te he admirado toda mi vida, destaco como supiste hacer felices a los demás. Con que intensidad recuerdo esos domingos que íbamos, juntos con vuestros amigos, a visitar el manicomio. Pasábamos todo el día desarrollando actividades junto a los que allí se encontraban ingresados, compartiendo juegos... haciéndoles algunas horas más llevaderas. Otros domingos visitábamos asilos. Que momentos llegué a vivir en aquellas tardes de domingo, que felicidad desprendían sus semblantes. Cuanto amor necesitaban.
Para hablarte hoy, he elegido mirar en esta fotografía, porque creo que ahí se encierra la esencia de tu ser, siempre intentando hacer felices a los demás. Allí donde íbamos, siempre tratabas de buscar la sonrisa de quien tú presentías estaba necesitado de alegrías, en el manicomio, en los asilos, hospitales... automáticamente te pintabas un bigote, unos coloretes, te hacías una raya en medio de tu pelo, o te remangabas los perniles del pantalón y empezabas tu función, sin ensayar, sin aviso y derrochando un arte, que no se donde aprendiste. En esta ocasión, como cada verano, junto a tu amigo Antonio de la Rosa “haciendo el indio” y Antonio Pérez Mantero, a quien le gustaba mantenerse detrás, como a la sombra, quitándose merito de su trabajo, pero del que bajo mi opinión, su aportación era necesaria e imprescindible. En esta foto, te veo como esa persona, que por encima de cualquier adversidad supo reírse de la vida, de si mismo. ¿De que material estabais echos?, ¿de donde aprendisteis?. Allí donde ahora os encontréis los tres, se que estaréis haciendo vuestra mejor función, la obra perfecta, haciendo felices a los demás, ayudando a otros a superarse a sí mismo. Gracias. ¡Ay 19 de Mayo!.

sábado, 16 de mayo de 2009

EN LA TARDE




Como la lluvia cae siento tu cuerpo,
gozar de tu sonrisa, llegar aun más lejos.
No hay nada más grande que vivir tu olor,
eres luz de mi dia y dia ahora soy yo.
Como cada tarde, solo en ti pienso,
que por las mañanas tus ojos tengo,
toma mis ganas y sácales a pasear,
ya por las noches... no paro de soñar.
Me trae tu figura una nueva vida,
que como un loco nunca olvida y es que voy
contándole a los árboles en cada hojita,
lo que la fuerza nunca me quita.
Cuando tus ojos lloran, yo por entero siento,
todo el valor que tú, tú mi vida, llevas dentro,
son soldados de batallas, de una guerra ya acabada,
montañas para verlo todo... a tu lado siempre estar.

domingo, 10 de mayo de 2009

LA VIDA SIGUE


Cosas que tienes tú
que al sur me recuerdas,
aguas que siempre limpian,
lagrimas que ojos mojan.
Rutinas que en la tormenta
claro el día ya asoma,
noches que por decir...
las sombras ¡ya no cuentan!.
El camino por la ventana
fuerte y decidido asoma.
Pasos atrás no contemplan,
la futura dicha del mañana.
A un lugar claro y seguro,
el galeón siempre llega.
No la lucha acabe,
no paso a la tristeza.

sábado, 9 de mayo de 2009

Gracias amigo


Con frecuencia a lo largo de nuestra vida, nos planteamos temas trascendentales, sufrimos crisis de valores, nos preguntamos el porqué de que todo esté cambiando, quizás, ¿somos nosotros quién cambió...?¿o simplemente nada cambia, todo sigue igual?.
No sé cuantas veces en mi vida, he tenido que decir ¡nos vemos!.¿Cuantos viajes?, ¿cuantas lugares diferentes?, ¿cuantas despedidas...? ¡Cuantos amigos!.
La amistad, esa cosa de la que todas las personas hablamos de una manera ecléctica, de la que todo dudamos o decimos que es muy difícil, que talvez una persona o simplemente que no existe... Pues eso, que para mi tú eres eso, mi amigo.

sábado, 2 de mayo de 2009

EL DIA DE LAS MADRES


Pienso que no muy a menudo, expresamos lo que sentimos y en concreto, muy dificilmente a las personas que tenemos cerca, como por ejemplo a amigos, pareja o familiares. Esto nos lleva a que perdemos la oportunidad de decirle a los otros todo lo que nos gusta de ellos, lo bien que nos lo pasamos a su lado o sin ir más lejos, lo que sentimos que le debemos. Bien pues hoy, que es el “día de las madres”, voy a intentar contarte algunas de las cosas que pienso y siento, a ti que eres mi madre, a ti que siempre nos pusiste a toda tu familia en primer lugar.

Voy a empezar por recordar algunos de los intentos por mi parte de felicitarte en tus cumpleaños, onomásticas, aniversarios... etc.

El primero que recuerdo nos traslada a una mañana de Julio del año 1966, si no me falla la memoria. Estábamos en Chipiona, aquel verano que por prescripción médica, yo debía de pasarlo en la sierra o en la playa... a ti no te importó trabajar en la cocina de “Villa Ballena” por dos meses y medio, para que yo estuviese en la playa. Pero volvamos a esa mañana, estaba nublado y como no hacía buen tiempo para bajar a la playa, a algunos de los padres de los niños que estábamos allí, se les ocurrió proponernos algunos juegos de mesa. Paralelamente, por aquellos días a mi me preocupaba el hecho de que se acercaba el día de tu santo y no sabía que te iba a regalar, claro yo tenía apenas seis años y aquellos no eran tiempos de bonanza económica. Pues precisamente en los juegos de mesa de esa nublada mañana, fue donde encontre la solución. A mi nunca me había gustado jugar a las cartas, dominó o otros juegos similares, pero habían propuesto una competición y ahí estaba la solución de mi problema, ya que si ganaba tendría dinero para comprarte un regalo. Contar ahora como se desarrollo la competición sería largo e innecesario, pero resaltar que al final, mi pareja de juego y yo ganamos uno de los premios. No recuerdo muy bien lo que, economicamente hablando, representó el premio, pero si no recuerdo mal serían unas dos pesetas o así. Automaticamente, me dirigí al “Santuario de Regla” y te compre una medallita y una postal de la Virgen, en la postal te escribí así:


Entrando por los jardines,

saliendo por los rosales,

oigo una voz que dice..

¡mama felicidades!.



Pocos años después, posiblemente era Abril de 1969 , en el colegio nos dieron una hucha a cada niño, para que ahorrásemos algún dinero para que el “día de las madres”, os comprásemos algún regalo. Esto era una idea que tuvo la, ya desaprecida firma comercial “Galerias Preciados”, de manera que dicha firma repartió las mencionadas huchas por los colegios, con la idea de que llegado el mes de Mayo, llevarnos al centro comercial y tras abrinos allí las huchas, realizar las compras para nuestras madres. ¿Que cantidad podría reunir un niño de nueve años, en los años sesenta y de nuestra posición social?. La verdad es, que después de mucho intentarlo, con la afortunada ayuda de mis hermanos, y darle mucho la lata a papá, conseguí cinco duros. ¡Que capitalazo!, iba a poder comprarte un regalo fabuloso, que contento estaba. Cuando llegamos al centro comercial... Que desilusión, que poco conocimiento sobre los precios tenía, ¡que caro estaba todo!, para mi, veinticinco pesetas era una fortuna. En fin al final te compré un pañuelo de seda para el cuello. ¡Que guapa estabas cuando te lo ponías!, puedo recordar hasta el color y el tacto.

Tras esta necesidad económica, que me había provocado la idea comercial de los citados grandes almacenes , nació una vocación empresarial, que compartida con mis hermanos mayores Antonio y Joaquín y algunos amigos de la calle José Gestoso, nos llevó a ser jóvenes emprendedores y dedicarnos a la recogida “selecta” de cartón, papel, periódicos viejos... todo lo que pudiésemos vender en los muchos traperos que entonces proliferaban a docenas por el centro de Sevilla. Al final de una dura jornada de recogida por domicilios, tiendas... etc, nos reportaba quizás dos o tres pesetas. Esto me llevó a poder satisfacer algunas necesidades propias de la edad como las chucherias y demás.

Algunos años después, Mayo de 1972, habíamos organizado una salida procesional de “Cruz de Mayo”. El padre de mi amigo Quico Badía, había diseñado y fabricado todas las insignias y el paso, estaban realmente bien hechos y no le faltaba detalles, no en vano, su padre trabajaba como diseñador y decorador, una profesión no muy común en aquellos tiempos, pero la verdad es que era un artista. Ya sabes, que la costumbre de estas típicas procesiones era llevar a niñas vestidas de “flamenca”, para pedir algún dinerillo a los transeúntes que se paraban a mirar, diciéndole con salero heredado : “Por favor “mi arma” ¿me dá usted una limosnita para la cruz de mayo?”, ya sabes que el andaluz siempre ha sido generoso y sobre todo, muy fiel a sus tradiciones, por lo cual, después de algunas horas dando vueltas por el centro, esto reportaba un dinerito que, claro está, nos repartíamos en partes iguales entre todos los participantes. En esta ocasión y estando cerca el día de las madres, me dirigí a una tienda de libros, que habían montado recientemente, en el primer tramo de la calle Sol, a donde ya le había echado el ojo a un libro que creía te iba a gustar: La vida de San Antonio del desierto. Como reiais mi padre y tú cuando te di el libro, en vuestras sonrisa se mezclaban los sentimientos de ¡ay mi hijo, que detalle! Y la pregunta ¿quien es este San Antonio del desierto?. Han pasado muchos años y hoy día me pregunto a mí mismo ¿quien sería ese San Antonio del desierto?.

No me gustaría seguir sin consignar, que toda este comportamiento y la vocación de felicitar y regalar, así como otras costumbres, las aprendí y heredé de mis hermanos y de vosotros mismos, mi padre y tú.

Los años fueron pasando y las diferentes fiestas, nos brindaron la oportunidad de seguir con este afectuoso intercambio de felicitaciones y regalos, siendo siempre consciente de que “el regalo”, debía de tener un valor afectuoso por encima del valor material.

Siendo diciembre del año 1979 y tras cobrar mi primera paga extra de navidad, me dirigí a una tienda en la calle Orfila, donde vendían menajes del hogar, electrodomésticos etc, para comprarte una cubertería que estuviera a tu altura y a la de la familia. Vaya cara que pusisteis de sorpresa papá y tú. ¡Que bonita!, ¿para qué te has metido en esto chiquillo?, ¡que de piezas tiene!, ¿para qué serán estos cuchillos tan raros?, parecen palas. Gracias hijo, me dijiste, gracias me repetiste. Cada vez que había una comida o cena, cuando nos reuníamos en navidades, cumpleaños, aniversarios... etc, papá solía contar que esa cubertería había sido un regalo de “su chico”. Yo trataba de desviar la conversación, ya que tu casa está llena de detalles y regalos de todos los componentes de la familia y necesitaríamos mucho tiempo, para relacionarlos todos y darle su merecido nombramiento. Hoy día cada vez que la usamos, me trae los recuerdos de todas esas comidas y cenas, con sus sobremesas, en la que tan buenos ratos echábamos y en las que sentimientos tan bonitos afloraron .

Me gustaría seguir, ahora que he empezado, a contarte las muchas cosas bonitas y maravillosas, que desde que tengo uso de razón he vivido, gracias al haber nacido en el seno de esta familia, pero quiero guardar algo para las próximas oportunidades. Gracias por todo mamá.




Que del sol no me hablen,

yo su calor siento.

De la luna no lo intenten,

mi corazón su plata guarda.

De la felicidad no se atrevan,

en sus veredas ando.

Y del amor, del amor digo:

a ti mamá te tengo, a ti mamá ¡Te quiero!



Felicidades